Lengua de Señas

Lengua de Señas Argentina (LSA)

La Lengua de Señas Argentina o LSA es la lengua usada por la comunidad sorda en nuestro país, la cual conforma el patrimonio cultural y lingüístico de la comunidad.

Sin embargo, de igual manera que sucede con el lenguaje oral, cada país puede tener o compartir su lengua de señas, ya que existen al menos unas cincuenta lenguas diferentes, prácticamente ininteligibles entre sí, y numerosos dialectos, algunos de los cuales coexisten dentro de una misma ciudad.

Además, existe un Sistema de Señas Internacional (SSI), que se puede considerar como un sistema de comunicación formado por señas propias, consensuadas y procedentes de las diferentes lenguas.

Las lenguas de señas son formas naturales de expresión, gracias a la cuales las personas sordas pueden establecer un canal de información básica en relación con su entorno social, ya sea conformado por sordos u oyentes.

El origen de la Lengua de Señas Argentina se remonta a la primera escuela para Sordos de Buenos Aires, Bartolomé Ayrolo, entre los años 1880 y 1910.

En ese momento, la lengua no era usada durante las clases, pero los estudiantes fueron desarrollandola durante los recreos o en sus tiempos libres.

Es a partir de 1960 que la lengua de señas empieza a ser considerada como una lengua, con todas las características propias, gracias a los estudios del lingüista estadounidense William Stokoe, quien había comenzado a estudiar esta forma comunicativa particular y había descubierto que ésta posee una regla morfo-sintáctica y semántica propia, su historia particular, su léxico y es una lengua a todos efectos.

La lengua de señas no utiliza solo las manos, sino que tiene características propias que permiten una cantidad indefinida de enunciados sobre cualquier aspecto de la realidad o de la fantasía, y cuya única diferencia con las lenguas orales es que se realizan en el espacio tridimensional y utilizan, por lo tanto, el canal de comunicación viso-gestual.

La lengua de señas argentina, como la de otros países, son importantes porque son símbolo de la identidad étnica y les permite a las personas sordas adquirir individualidad e independencia.

Además, la lengua es uno de los elementos básicos para el desarrollo cognitivo y social del ser humano, y por ser ella la lengua natural de las personas sordas, facilita la apropiación e interpretación de los conocimientos, costumbres sociales, cultura, etc.

En Argentina, si bien existe la legislación nacional general y leyes de LSA en distintas provincias, aún no hay ninguna norma de rango constitucional ni ley nacional que trate específicamente sobre la Lengua de Señas Argentina, motivo por el cual la comunidad de sordos manifiesta su constante reclamo.

Palacio Ceci - Ley del Distrito del Vino. Periodismo de investigación - UADE.
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